QUINTANILLA DE TRES BARRIOS

Taller de adorno de objetos

 

 

 

Un año más, Nines hizo un taller de manualidades con diferentes materiales reutilizables para adornarlos. Fueron dos días en los cuales los participantes pudieron aprender sencillas técnicas de transformación de objetos desechable en atractivos jarrones, joyeros, portavelas, cajas decorativas, etc. Un rato entretenido y bien aprovechado.  

 

Atalaya nocturna

 

 

Este año, sí. Después de los fallidos intentos del pasado año, este año se volvió a subir a la Atalaya nocturno. Un buen número de caminantes, que pudieron haberse multiplicado, nos desplazamos hasta la torre vigía que en la noche tiene más encanto si cabe. Cenamos, charlamos un rato y volvimos al pueblo más derechos que una vela. La noche era oscura pero supimos movernos entre las tinieblas. Llegamos sanos y salvos y tuvimos ánimo para ver una película todos juntos.

 

Exposición de billetes 

 

 

El papel de cambio a través de la historia, fue la exposición que se pudo contemplar en el local de la Escuela. Unos noventa facsímiles de papel moneda, vales, pagarés y billetes españoles que circularon desde finales del siglo XVIII hasta la aparición del euro. Curiosas carátulas que llamaron la atención entre la gente que se pasó por la sala para contemplarlos.

 

Cata de vino

 

 

 

 

La VIII edición de la cata de vino tuvo una aceptable espectación. Las bodegas participantes que vienen presentándose cada año optaron a uno de los tres trofeos a ganadores. El jurado este año estuvo compuesto, excepto uno,  por otros catadores a los que venían siendo habitual por ausencia. Se alzó con el premio, un año más, Tomás Aguilera. Como colofón se sirvió un pica-pica al púbico asistente, quien tuvo ocasión, además, de catar los caldos presentados a concurso.

 

Mercadillo

 

 

 

Reunió a un nutrido grupo de puestos de venta que salieron contentos y satisfechos un año más. Este año el encuentro tuvo lugar en el salón, condicionado por la meteorología. Hubo animación y espectación. La gente del pueblo respondió a este evento al que si bien le falta algún ingrediente atrayente para potenciarlo, sigue creando ambiente y dinamizando el ocio en el pueblo.

 

Pedaleando en ruta

 

 

Fue una experiencia nueva y muy satisfactoria. Nuestros chavales y chavalas del pueblo respondieron a la cita masivamente e hicieron un recorrido impecable. La ruta, con salida del pueblo, tenía un itinerario poco abrupto pero sí un buen tramo. Desde la salida se continuba por el camino de la Dehesa y se desviaba por el camino Real hasta la entrada del monte. Desde este punto se volvía a regresar por el mismo camino que continuaba hasta enlazar con la carretera. Había un tramo de ella hasta las proximidades de talleres Miguel donde se enlazaba con antiguo camino de San Esteban y que empalma con el del Nogal hasta el mismo puente del Barranco. Desde aquí el desvío por la senda que bordea el arroyo, o sea del Bajero de la Huertona hasta finalizar en la Ermita. Once quilómetros aproximadamente sin apenas incidencias que no fuera una bicicleta fuera de circulación y un lesionado sin ningún pronóstico. Joaquín, con su coche escoba, marcaba de cerca las posibles incidencias que pudieran surgir. No las hubo. Pero sí hubo espectadores en las orillas del pueblo animando a los corredores. Chavales como Oriol o Ander, los más jovencitos del grupo que hicieron el trayecto completo haciendo gala del esfuerzo y pundonor por su parte. 

En el punto de llegada les esperaba un refrigerio para reponerse del desgaste padecido. Todos felices y contentos por esta experiencia que dijeron repetir el año próximo.    

 

Caminando en ruta

 

 

Muy pocos fuimos los caminantes que este año hicimos la ruta marcada. Pero desde luego el trayecto fue de lo más espectacular con vistas y paisajes que regocijan la vista. La sana costumbre de caminar, si se puede llevarse a cabo en grupo siempre queda más marcada por el ambiente que despierta y el agrado de la conversación que suele ser de interés.