Coplas y Romances
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El repertorio romancístico de Quintanilla de Tres Barrios ha venido gozando de una salud excelente hasta su desenlace final. Quedó dicho que ya casi nadie canta ni coplas, ni canciones, ni romances que tiempos atrás se oían por doquier. Había personas conocedoras de infinidad de romances, tonadas y coplillas que fueron transmitiendo oralmente a los de su entorno siendo el fiel depositario de la tradición.

La mayoría de este repertorio tienenombres de informantes conocedores de buena parte del cancionero. Al repertorio de esta recopilación de romances habría que añadir otros de sobra conocidos. Temas que no son propiamente romances sino cantos que se interpretaban en ciertas ocasiones.

Por lo general hacen referencia a determinados aspectos o circunstancias que por su popularidad se cantaban en rondas y fiestas. Hay romances que destacan por   su contenido e inciden en motivos muy candentes para los tiempos que corrían. La mili, la guerra, los amoríos, las tragedias, suelen ser temas destacados en canciones y en romances. Quede como muestra los textos que vienen a continuación. 

Mocitas si quieres novio...

Los casamientos ocupan un lugar destacado en el capítulo de coplas y romances. Hay que hacer constar que algunos de ellos se recitaban más que otros. El tema o el contenido hacían que tuvieran más aceptación que otros a la hora de interpretarlos, aunque por lo general todos y cada uno de ellos salían a relucir cuando la ocasión lo requería.

Las amonestaciones

De la diversidad de contenidos sobre el mismo tema –matrimonios, amoríos- éste que acabamos de plasmar es un claro ejemplo de rechazo matrimonial.  Al contrario del que viene a continuación en el que la pasión amorosa hace que se libre de la mili para estar con su amada. 

Ábreme la puerta sol

Lo que viene a continuación es un verdadero puyazo al concepto matrimonial. Es una declaración de los vicios y de las malas reputaciones dentro del núcleo familiar. El marido “ensalza” a la mujer y la mujer “ensalza” al marido de tal manera que se trata de unas coplillas de “pique”. Una manera de ser y de actuar que no dice nada bueno en favor de ninguno de los dos. Como tirarse los trastos a la cabeza por su mala fama. La del uno y la del otro.  

Cosas del matrimonio